En un cambio de mes con tantas revueltas, presentamos Descampado. Ensayos sobre las contiendas universitarias, segundo volumen de nuestra colección Intervenciones, esta vez para discutir sobre el peso de las prácticas sistemáticas de mala educación en Chile.

El pasado viernes 25 de mayo y bajo una intensa lluvia que imposibilitó la presencia de otros dos presentadores anunciados, Martín Centeno (coeditor de Sangría), Elixabete Ansa-Goicochea (académica universitaria), Francisco Figueroa (ex dirigente estudiantil) y raúl rodríguez freire [sic] (coautor de este libro) plantearon ideas de fondo y dialogaron sobre la urgencia de que estos materiales alimenten y remuevan reflexiones que disuelvan y desenquisten la certeza del lenguaje tecnocrático imperante en el, ahora, mercado educativo. Con toda la carga histórica de sus salas, la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación –el ex Pedagógico de Macul, en Santiago– resultó el espacio óptimo para hacer resonar estas palabras en el contexto de hoy, como espacios de resistencia ante los intentos de producción serializada de profesionales por parte de las instituciones académicas.

A un año del inicio del movimiento estudiantil actual y a seis de la Revolución Pingüina, este libro resulta sobre todo pertinente, en momentos que la mitad de los jóvenes entre dieciocho y veinticuatro años –1.100.000 personas según el Gobierno de Chile– estudia en alguna institución de educación superior y solamente uno entre dos de ellos se gradúa, de manera que a los otros nada más les queda –como única transformación vital tras su paso por la educación superior– una deuda bancaria que arrastrarán por años.

Esperamos que esta presentación se transforme en un verdadero lanzamiento del libro hacia las masas uniformadas, que el corte de sus líneas y páginas pueda perforar el inmovilismo y registro acomodaticio que transversalmente se ha naturalizado en las rutinas donde nos movemos, para así descarriar parte de esta maquinaria en que se ha vuelto la universidad y la educación técnica.