Este cuento fue escrito por Angelo Alessio en Santiago de Chile.


«Con la frente húmeda me pregunto quién cederá primero, de quiénes serán los músculos que ya no resistan más. Todos sabemos que aquí, ordenados en hileras por cursos, del A al E los de Primero Medio, A y B los de Cuarto, alguien tiene que caer sobre el pedregoso piso de cemento. Los planes fueron claros y nadie se negó a acatarlos al pie de la letra. Sé cuál es mi rol hoy. Antes de dar un paso al frente, decidido, pienso en los compañeros que huyen del Túnel, de la Bestia. Evoco la imagen premonitoria de la barricada. Los disfraces. Y en ese preciso instante aparece un fantasma.»