Existe en los treinta y tres relatos de El arca ese riesgo latente del relato a pedido, conjurado con una gama de propuestas de primer orden, desde el relato alegórico a la humorada paródica, de la fábula fantástica con aliento poético a la parábola pulcra y minimalista, del cuento tradicional que roza anecdóticamente el tema propuesto al cuento fragmentario, ambivalente, incluso cáustico, en donde el animal elegido es casi accesorio.
La mayor particularidad de esta compilación de relatos de toda la América de habla castellana, y también de España, es la diversidad de los acercamientos, el planteamiento lúdico, abierto, alegremente caótico con que se fundó y planeó esta embarcación flotante. Las reglas de los compiladores Cecilia Eudave y Salvador Luis –1. elegir un animal real o engendrar una criatura ficticia a partir de una letra del alfabeto, 2. el personaje del relato no tiene por qué ser el animal elegido, el enfoque puede ser oblicuo, y 3. la trama, la temática y el estilo son absolutamente libres– apuestan al riesgo sin mayor sobrecogimiento, con ese espíritu desprejuiciado y altamente corrosivo con que se encara en propiedad la empresa del bestiario.
Esta edición está prologada por los compiladores y por Diego Trelles.