En esta publicación conjunta de las novelas Hijo de mí (1992), Cosa mentale (1994) y Mezquina memoria (1997) se evidencia el proyecto literario más singular de nuestra vieja Nueva Narrativa: un narrador que logra traspasar el ambiente fantasmagórico de la época colonial del siglo XVI y del proceso de Independencia del siglo XIX a nuestros días, para sugerir que Chile todavía es un relato de formación. El título de este libro, Tres pasos en la oscuridad, habla de la mejor manera de acercarse al pasado: con incertidumbre, a tientas, Antonio Gil se abre paso como un cronista heterodoxo, una conciencia crítica y una voz capaz de hacer resonar el coro de nuestra propia historia literaria. El prólogo de esta edición es de Pilar García, y el epílogo de Leonardo Sanhueza.